Terapia Gestalt
¿Que es la Terapia Gestalt?
La terapia Gestalt es un método humanista de psicoterapia, que fue desarrollado a finales la década de 1940 por Fritz y Laura Pearls y culmino en la ciudad de Nueva York. La pareja huyó antes de la Segunda Guerra Mundial para escapar del nacionalsocialismo que se estaba extendiendo por toda Europa.
A diferencia de la mayoría de los métodos de psicoterapia, la terapia Gestalt no se centra en modificar o cambiar comportamientos. Esta modalidad de terapia cree que tenemos la capacidad de autocuración dentro de nosotros. Sin embargo, a veces llegamos a áreas o problemas en nuestras vidas donde nos sentimos estancados y necesitamos algo de apoyo para traer de vuelta los cambios creativos que son necesarios para desarrollar aún más nuestro potencial.
Es entonces cuando la terapia Gestalt se convierte en un proceso de autoexploración. En lugar de utilizar la interpretación, el terapeuta Gestalt se encuentra con el cliente en el proceso actual y lo guía en el trabajo de conciencia activa. El trabajo de conciencia activa puede incluir imaginación, conciencia corporal o el método de la silla vacía.
En lugar de solo terapia de conversación, la terapia Gestalt ofrece una sensación de movimiento, vitalidad y expresión de energía a través de la fenomenología.
En cierto sentido, no solo se explora el problema y sus causas, sino que también se pueden explorar otros aspectos como:
- ¿Cómo se siente mi cuerpo al afrontar este problema?
- ¿Cómo se representa en mi vida?
- ¿Cómo me ayudó este sentimiento o síntoma en el pasado?
De esa manera encontraremos formas nuevas y creativas de confrontar con los problemas actuales.
El enfoque de la terapia Gestalt a lo largo del tiempo reactiva asuntos inconclusos del pasado y crea un espacio para explorar aspectos de nuestro persona que previamente han sido demasiado difíciles o dolorosos de realizar. El cliente también aprende a ver los problemas desde una perspectiva diferente y encuentra nuevas formas creativas de lidiar con los problemas o síntomas. Como una oruga que ha aprendido a lidiar con la adversidad en su capullo, el cliente continúa desarrollándose después de las sesiones de terapia. Un aspecto poderoso de la terapia Gestalt es que el desarrollo continúa en la vida cotidiana también sin tener el terapeuta presente.
¿Que es la Terapia Gestalt?
La terapia Gestalt es un método humanista de psicoterapia, que fue desarrollado a finales la década de 1940 por Fritz y Laura Pearls y culmino en la ciudad de Nueva York. La pareja huyó antes de la Segunda Guerra Mundial para escapar del nacionalsocialismo que se estaba extendiendo por toda Europa.
A diferencia de la mayoría de los métodos de psicoterapia, la terapia Gestalt no se centra en modificar o cambiar comportamientos. Esta modalidad de terapia cree que tenemos la capacidad de autocuración dentro de nosotros. Sin embargo, a veces llegamos a áreas o problemas en nuestras vidas donde nos sentimos estancados y necesitamos algo de apoyo para traer de vuelta los cambios creativos que son necesarios para desarrollar aún más nuestro potencial.
Es entonces cuando la terapia Gestalt se convierte en un proceso de autoexploración. En lugar de utilizar la interpretación, el terapeuta Gestalt se encuentra con el cliente en el proceso actual y lo guía en el trabajo de conciencia activa. El trabajo de conciencia activa puede incluir imaginación, conciencia corporal o el método de la silla vacía.
En lugar de solo terapia de conversación, la terapia Gestalt ofrece una sensación de movimiento, vitalidad y expresión de energía a través de la fenomenología.
En cierto sentido, no solo se explora el problema y sus causas, sino que también se pueden explorar otros aspectos como:
- ¿Cómo se siente mi cuerpo al afrontar este problema?
- ¿Cómo se representa en mi vida?
- ¿Cómo me ayudó este sentimiento o síntoma en el pasado?
De esa manera encontraremos formas nuevas y creativas de confrontar con los problemas actuales.
El enfoque de la terapia Gestalt a lo largo del tiempo reactiva asuntos inconclusos del pasado y crea un espacio para explorar aspectos de nuestro persona que previamente han sido demasiado difíciles o dolorosos de realizar. El cliente también aprende a ver los problemas desde una perspectiva diferente y encuentra nuevas formas creativas de lidiar con los problemas o síntomas. Como una oruga que ha aprendido a lidiar con la adversidad en su capullo, el cliente continúa desarrollándose después de las sesiones de terapia. Un aspecto poderoso de la terapia Gestalt es que el desarrollo continúa en la vida cotidiana también sin tener el terapeuta presente.